Encanto rústico y naturaleza a 5 minutos del mar – Casa de campo con vivienda adicional en L’Ametlla de Mar.

En un rincón tranquilo del campo, rodeado de naturaleza mediterránea y con el sonido del mar a tan solo cinco kilómetros, encontramos esta propiedad con alma, ubicada a un paso de l’Ametlla de Mar, uno de los pueblos pesqueros con más encanto de la Costa Dorada.
Aquí, donde el ritmo de vida se desacelera y el entorno invita al descanso, se alza esta finca de 9.105 m² completamente llana, con una casa principal llena de carácter, una vivienda independiente en planta superior y una acogedora casita de madera para invitados.

La casa principal, de unos 110 m² en planta baja, respira calidez: sus tres habitaciones permiten alojar a familia o amigos cómodamente, y los dos baños (uno de ellos en suite) aportan funcionalidad al día a día. El salón comedor, con su chimenea central, es el corazón del hogar, ideal para reunirse en invierno. La cocina, amplia e independiente, está equipada para los que disfrutan cocinando sin prisas, mientras que el trastero añade ese espacio práctico que siempre se agradece.

En la planta superior, un altillo de reciente construcción de unos 50 m² ofrece un espacio independiente, versátil y lleno de posibilidades. Puede transformarse en estudio, en vivienda para invitados, en taller creativo o en ese refugio personal que muchos buscan hoy en día.

La casita de madera, con su propia chimenea, es un detalle encantador. Ya sea como alojamiento adicional, rincón de lectura o pequeño retiro para desconectar, añade valor y personalidad a la propiedad.

La finca, aunque lista para ser habitada, permite con una pequeña inversión adaptarla al gusto del nuevo propietario. El potencial es evidente: un entorno natural privilegiado, espacio, construcciones versátiles y una ubicación envidiable.

A tan solo 5 minutos en coche de l’Ametlla de Mar, con todos sus servicios, su salida directa a la AP-7 y estación de tren, esta propiedad ofrece la combinación perfecta entre aislamiento y accesibilidad. En 30 minutos se llega al Parque Natural del Delta del Ebro, y en 1h30, al aeropuerto internacional de Barcelona.

Una casa de campo que no solo ofrece metros y estructura, sino también una forma de vivir: cerca del mar, en armonía con la naturaleza y con infinitas posibilidades para convertirla en un verdadero hogar o en una inversión con mucho atractivo.

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