En lo alto de las montañas, donde el horizonte se abre hacia Tortosa, se alza esta masía lista para vivirla desde el primer día. Un lugar donde la calma lo envuelve todo, donde las puestas de sol se convierten en espectáculo y donde el tiempo parece detenerse.

La finca, de 18.000 m², guarda un rincón cuidado al detalle: un hogar cómodo, luminoso y autosuficiente, con energía solar de última generación, cisterna de agua con almacenamiento de 20.000 litros y sistema de filtración, y un jardín que respira orden y mimo.

La casa, de 70 m² construidos, sorprende por sus acabados actuales y su calidez. Ha sido recientemente reformada con altos estándares de calidad y está lista para entrar a vivir. Dispone de 2 dormitorios (uno de ellos actualmente acondicionado como sala de cine), un baño con ducha y WC independiente, una cocina totalmente equipada, una zona de estudio/trabajo y un acogedor salón con estufa de leña que invita a largas sobremesas. Desde la terraza de 20 m², la panorámica es inmejorable: montaña y cielo en un mismo cuadro.

Un horno de pizza, una barbacoa y espacios pensados para compartir hacen que la vida aquí se disfrute también al aire libre. Todo está listo para que entres con tu maleta y empieces a sentirlo como tuyo.

El acceso es cómodo, por carretera asfaltada, y desde la puerta puedes salir caminando por rutas de senderismo que te llevan a descubrir la naturaleza más pura de la zona. A solo 20 minutos, Tortosa y las playas de l’Ampolla esperan para recordarte que aquí tienes lo mejor de dos mundos: montaña y mar.

📍 Toda la documentación está en regla: la vivienda está registrada y cuenta con cédula de habitabilidad.

Una casa eficiente, práctica y con alma. Ideal tanto como vivienda habitual como para escapadas que se convierten en memorables.