En un entorno privilegiado, muy cerca del pueblo del Perelló y a poca distancia del mar y de todos los servicios, se encuentra esta finca rústica de casi 30.000 m². Un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad, pasear por la montaña y contemplar el paisaje mediterráneo, con rincones desde los que se puede ver el mar.
La propiedad dispone de una casa cómoda y práctica de 105 m², un gran almacén de 70 m², una caseta de campo de estilo tortosino de 35 m² parcialmente reformada y dos trasteros adicionales. Además, cuenta con una amplia piscina de 40 m², rodeada de áreas de recreo como una terraza pavimentada en piedra y zonas de sombra naturales, perfectas para relajarse en verano.
El terreno, vallado en gran parte y bien cuidado, está plantado de olivos, algarrobos, pinos y vegetación mediterránea. La finca dispone de pozo propio, grandes cisternas de agua y un moderno sistema fotovoltaico con baterías de litio que garantizan autonomía y comodidad.
El Perelló es un pueblo con tradición, ambiente familiar y productos locales de gran calidad, como su aceite y miel. Además, está bien comunicado: a solo 7 km de las playas del Perelló y la Costa Dorada, a 30 minutos del Delta del Ebro y a 1h45 del aeropuerto de Barcelona.
Un espacio único donde combinar naturaleza, mar y calidad de vida.